domingo, 28 de diciembre de 2008

Quería ser una cosa... y fue otra

Parece ser que tengo la tendencia a escribir sólo cuando me pasan cosas malas... o por lo menos la mayoría de las veces sigo esa lógica.
En el año que se está yendo me pasaron de esas cosas que me inspiran... cosas que no le deseo a nadie... pero también me encontré alguna que otra vez sonriendo, llena de alegría y felicidad total.
De a poco, llegando a los 25, fui descubriendo que la vida es esto... y es también lo que nosotros hacemos con nosotros mismos y con el resto.

Voy a evitar la lista de las cosas positivas vs las negativas porque las dos primeras malas cosas que me vienen a la cabeza, probablemente opaquen a las realmente buenas... pero también voy a evitarme las quejas asociadas.
En definitiva, lloré mucho durante este año. Me encontré teniendo que decidir cosas que nunca había contemplado como parte de una posible realidad, me sentí sola, se me alfojó el corazón, me enojé, me sentí estúpida... qué se yo.

Pero también lloré de la risa y cuando tuve que decidir, di vuelta la cabeza y ahí estaban uds, las mujeres de mi vida. Las mismas que me enseñaron que está bien que se me afloje el corazón, que me permitieron sentirme estúpida... Las mismas que se ofrecieron muy gentilmente a comerse cruda mi angustia y todo el sufrimiento con tal de que pasara rápido. Las que siempre están ahí... ya sea para un Fiestón o para escuchar mis constantes incongruencias y bancarse mi inestabilidad emocional.

Y fue, sin dudas, gracias a Uds que, llegando a los 25 me di cuenta de que soy un ser mucho más sensible de lo que intenté ser los 24 años que pasaron. Y llegando a los 25 me permití demostrarlo. Les abrí las puertas a esta que soy realmente.

Batman colgó la capa y ahora sólo nos queda Bruno. Temeroso, débil, pasional, herible, sensible, vulnerable... HUMANO.

Acá estoy mis amigas, abierta de par en par.
Para que me siga pasando lo que les pase a uds, para que les siga pasando lo que me pasa a mi.
Para seguir enamorándonos todas del amor de cada una de las otras.
Para que sigamos riéndonos como lo hacemos.
Para que sigamos necesitando, para estar tranquilas, únicamente la certeza de que las otras están ahí.
Para que mi vida siga siendo esto que es gracias a que uds están en ella...