Rodolfo Walsh llegó a mí por una placa.
Un sábado tempranito a la mañana y casi sin dormir quedé en encontrarme con una compañera de la facultad que tenía que darme unos apuntes en la esquina de Entre Ríos y San Juan.
Como siempre, yo llegué primero y ante la imposibilidad que tengo de no leer todo lo que se me cruza encontré en uno de los costados del Banco de la esquina una placa que decía... Que dice: "A Rodolfo Walsh secuestrado en estas calles [...]" Y ahí la realidad me golpeó duro.
La dictadura es algo que realmente NOS pasó. No es sólo historia, no es sólo libros. Los militares están en las calles, en el imaginario colectivo, en las pesadillas de aquellos que entienden que la vida no puede sacarse como un saco, en las noches de insomnio de esos que por ser de otra raza, religión o convicción política se convirtieron en el enemigo a destruir como la plaga o una enfermedad infecciosa, donde el único logro posible era la exterminación.
Los militares (como si pertenecieran a otra especie diferente a la humana) torturaron, robaron, secuestraron, asesinaron, se apropiaron de cosas, de GENTE. Les negaron a miles el derecho a existir, a ser alguien. Les robaron la identidad, NOS robaron la identidad como pueblo, como ciudadanos. Como humanos.
Dice Marcelo Viñar que "la tortura institucionalizada hace añicos la red social que nos constituye como humanos. Su causa es nítida e identificable: son nuestros semejantes los que nos convierten en bichos acorralados y asustados, y es su voluntad triunfal y arrogante la que nos arroja al sufrimiento interminable [...]
Hablar de la tortura no es hablar de víctimas y afectados, de sus estigmas y sus secuelas, sino usar su testimonio y humanidad para denunciar un orden de convivencia que sólo puede fundar su existencia y sobrevivencia en la destrucción del semejante".
Con algunos años más (o no), cualquiera de nosotros podría haber sido torturado, exterminado. No le demos la espalda al pasado.
No olvidemos. Nunca más.
1 comentario:
Walsh llega a mi conocimiento,por mi Papá. Hace varios años, me cuenta que está leyendo 'Operación Masacre', una obra ignota para mi y al relatarme de qué se trataba, me despertó tal curiosidad, que recuerdo que no veía la hora que termine él de leerla, para poder tenerla en mi poder.
Recuerdo que al leerla no podía creer los hechos relatados y la estructura de la obra. Significó mucho para mi, y realmente agradezco haberme topado con semejante escritor. Luego me deboré sus demás libros, cuentos, ensayos, etc.
La personalidad de Walsh y su compromiso con las ideas son increiblemente loables. Realmente, aunque su desaparición física ha dejado un hueco muy importante en la cultura de nuestro país, representa uno de los tantos casos donde la persona al desaparecer recibe más reconocimientos de los que supo tener en vida.
Personalmente, opino que la mayoría de las cosas que hizo fueron super comprometidas y ojalá día a día sean más reconocidas y conocidas por el pueblo en su totalidad.
Conociendo mi inclinación por la tecnología no puedo dejar de asombrarme por un hecho con el que Walsh contribuye a la revolución cubana, al descifrar mensajes estadounidenses lo que permite a cuba prevenir lo que luego fue la invasión de Playa Girón. En definitiva, hasta se lo podría considerar un Nerd hoy en día. Demasiado apabullante el señor!
Muy bella entrada y aprovecho también para reconocer las sabias palabras del poema de la entrada anterior que me tocó bastante :-S
Un beso
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