lunes, 5 de noviembre de 2007

El silencio no es tiempo perdido


Cuando se puede abordar un tema en una conversación sin andar con rodeos o medias tintas, significa que ese tema es insignificante o importa poco.

Cuando no se genera un debate acalorado para defender lo que se dice significa que lo que se dice, en definitiva, no es tan importante.

Pero cuando las cosas se callan, se evitan o se disfrazan significa que hay un dolor. Uno grande. Uno de esos que podrían llegar a doler para siempre.

Hace ya muchos años que sos un dolor. Y cuando hablo de muchos hablo como de 14.
14 años siendo el nudo en mi garganta, el vacío en mi panza.
14 años de cosas que no viste.
14 años de vacíos, de recuerdos como postales. Incompletos y prestados.
14 años de sentir que si estuvieras nada sería lo que es.
14 años siendo uno de esos temas que no se hablan.

Ya es hora de ponerte en palabras. Ya es hora de darle forma a tu recuerdo.
Ya es hora de rescatarte del lugar en el que te escondí para no ver que no estas.
Ya es momento de llorar si es lo que hace falta.
Ya es tiempo de recuperar tu cara, tu voz, tus gestos.
Ya es hora de darle a tu ausencia la realidad que le corresponde.
Ya basta de ser el lugar a donde se junta todo lo que duele.

Despues de 14 años es hora de ubicarte dentro de mi historia junto con las cosas lindas. Con los recuerdos gratos y las alegrías.

Ya es un buen momento para que dejes de doler.




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