Esa canción que te trae en la mochila el nudo en el estómago.
Esa canción que te recuerda un tiempo mejor, feliz. O no... o simplemente te recuerda todas las noches o todos los viajes en colectivo que se te pasaron tratando de encontrarle una vuelta a todo lo que pasó. Preguntándote cómo eso que te hacía tan feliz empezó a dolerte. Cómo eso que creías único y eterno se convirtió en algo finito y vulgar.
Y entonces, ahí estás otra vez. Cargando con esa sensación. Con esa fea sensación. Con esa soledad que sólo puede asociarse al preciso momento en que la vida se te cagó de risa y te dio la espalda. Y ahí estabas vos... tan al borde del abismo, tan desorientado que no te dio la cabeza ni para tocarle el culo.
Porque pasó mucho tiempo pero la herida dejó cicatriz y fue como cualquier herida: los días de humedad los puntos todavía tiran.
1 comentario:
mi queridísima CVF,
veo que la semana terminó con todo eh! bueno, aquí sumando como te he dicho y resistiendo.
estoy xa lo q haga falta, ya sea pegarle una patada a ti windows media player, xq el maldito random se le ocurrió poner entre vos y la felicidad ese maldito tema musical, o para ir a tomarnos una copa de vino al parque lezama.
arriba mi querida!
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